Me encantan los tigres del norte, pero no como quienes los escuchan un fin de semana en la madrugada mientras se emborrachan con aguardiente entre sus amigos.
No, a mí me gustan para escucharlos un lunes a las 6:00 AM, completamente sobrio, mientras me alisto para un día laboral. Son motivadores, inspiradores y contundentes.
Los tigres del norte nunca me han defraudado cuando he tenido el ánimo por el piso y los pongo a todo volumen mientras me doy una ducha.
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